jueves, 26 de julio de 2007

Agit-prop


Foto: Linda Danz, Beach chairs, 2006
No logro trabajar, interrumpida por los teléfonos del azufaifo. Tendría que pedir una subvención a alguna asociación arbórea, o una ong. Otra vez me veo homeless durmiendo al pie del azufaifo... En fin. Pero para el árbol, las noticias -todas de agitación, ninguna oficial, por el momento- son buenas.
Organizamos un festival para conseguir la Placeta del Ginjoler. Tenemos ya poetas: Enric Casassas, Carles Hac Mor, casi que también Josep Pedrals, también Dante Bertini, músicos -Feliu Gasull-, y la última noticia es que Aurora Altisent va a dibujarnos a nuestro ginjoler, porque la idea de la Placeta le gusta. Ella vive muy cerca del azufaifo y su libro de La Barcelona tendra, con aquellos textos magníficos de Alexandre Cirici (Cirici! una figura importante para mi adolescencia; el dibujante secreto del diccionario de latín, padre de mi ex cuñado y abuelo de mis sobrinos, sus historias de El temps barrat y Nen, no t'enfilis, cuando anotaba en su cuaderno las combinaciones de colores que llevaban las gitanas en la calle; o dibujaba un edificio convertido en cuartel, y le tomaron por espía y le encerraron en un calabozo; o su manera de consolar a Carlos Pazos tras un varapalo crítico, diciéndole que si esos críticos le ponían verde sólo era la confirmación de que iba por buen camino; o su manera de dar un contexto a cualquier cosa que le enseñáramos asociándolo a la China antigua o a Grecia y a la vez siempre a lo contemporáneo... O su mirada fija y penetrante, al otro lado de la mesa... Entonces me parecía una especie de enciclopedia animada y con un espíritu distinto, más vivo), ese libro sigue siendo un favorito.
Han venido a filmarnos al pie del árbol los de La Sexta, y con invitados de excepción, Joan Bordas, que siempre comunica bien su sabiduría empírica de los árboles, el librero de la calle Berlinès, la sabia y resplandeciente V, nuestro amigo y memoria del barrio Josep Maria Bosch, la también radiante Lola, Marieta con su humor generoso y unos cuantos más, y la propia Aurora Altisent, que ha contado también cosas del barrio, todos gente interesante, excepto una señora fea y vociferante que ha venido chillando a decirnos que el propietario tiene razón y que sobra verde y hay que dejar que la gente construya lo que quiera. "Usted váyase a Mitre, allí se sentirá bien, en ese festival de cemento", le decía V, pero la pobre mujer quería salir en la tv gritando a favor de la propiedad y contra los árboles. Ella no tenía dinero, pero soñaba que lo tenía y se lo quitaban unos ecologistas radicales. Debía de ser una de esas personas que Cachodepan escuchó en la Ser, pidiendo que talaran los árboles de la calle. ¿Se habrán comprado unas escafandras con oxígeno, último modelo, para que sus hijos respiren cuando ya no quede ninguno? ¿Serán mutantes, los nuevos habitantes de un mundo feliz ruidoso, dopado y polvoriento?
Mañana los de Localia.
En la discusión sobre si podemos considerar que el Ziziphus jujuba una especie autóctona, difieren los teóricos y los que tienen un conocimiento empírico. Dice Joan Bordas que Sicilia, que es uno de los lugares donde hay más especies autóctonas, lo es porque hay mucho paso de pájaros, que abonan el suelo y dejan así las semillas de esas especies. Dice él que si en vez de los pájaros lo trajeron los hombres, pero lo trajeron de lugares donde hay clima mediterráneo, ciertas regiones de la China (como también ocurre en Australia), y el árbol se adaptó rápidamente porque está en su ambiente, ¿por qué no considerarlo autóctono? También dice que las azufaifas, que ahora no se comen tanto por aquí porque no están de moda, sí que sirven de alimento a muchos pájaros y mamíferos pequeños, animales que necesitamos conservar. Según él, los teóricos, hasta que no está todo escrito y recogido en la literatura especializada, no lo aceptan. ¿Tal vez la experiencia dé un saber más abierto...?
Y también mañana nos recibirá la nueva regidora del distrito. Tal vez entonces tendremos más noticias.

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