martes, 27 de febrero de 2007

Hélène Cixous, éblouissante

Helene Cixous en el auditori del Macba. Ha leído un texto indefinible, poético-filosófico en esa manera suya de pensar con el lenguaje que conecta con Derrida (o más lejos con Barthes y Foucault, y claramente con el psicoanálisis), un texto que había anticipado en parte con su Lettre à Zohra Drif [Hélène Cixous : croisées d'une œuvre (1998) ] una carta que nunca había escrito o que había escrito sin mandarla o que acabó convirtiendo en texto literario, en carta abierta, y en un silencio que sólo habían roto, Zohra y ella, cincuenta y tres años después (études-coloniales ), un silencio pensante, "un silencio que escuchaba" y al final, ya fuera del texto, la foto de las condenadas a muerte, el peso de la guerra de Argelia. La voz muy clara surgía de su cuerpo delgado, con esa belleza sobria suya, fuerte y delicada, bajo una lamparita. La poética de su lenguaje preciso, su manera de empujar o impulsar las palabras para hacerlas decir y sugerir y desencadenar, su approach de autoficción filosófica, su emocionante "mon ami" asociado siempre a Jacques Derrida, su être dédans-déhors, su condición de extranjera en todas partes, judía argelina, de origen español por parte de padre, ligada solo a la lengua francesa (ha dicho que el castellano y el catalán eran lenguas que oía hablar de pequeña, como el árabe, en Argelia y que no aprendió. "Pardon pour ne pas les parler"), su lectura pirata de la Chanson de Roland ("una joya de la lengua francesa y una joya del racismo"), su "algerience", su prisión interna, collée toujours à moi, como esas compañeras de clase luego condenadas a muerte, su definición de la ambigüedad de la urgencia, su aclaración de que la deconstrucción y cualquier lectura es siempre política... Ha dicho que veía Barcelona en cierto modo como Oran-, y también ha pronunciado la frase que se ha convertido en cita de mi libro y con la que le he escrito ya a mi vez una carta, una carta que no sé si llegaré a darle o si se quedará en mi ordenador, sin cerrarla y por tanto abierta (si no se la doy el martes). El auditori estaba repleto de jóvenes.

5 comentarios:

g. dijo...

Estuve !!! Y hoy también voy porsupuesto. Fue maravilloso. Quedé hipnotizada por ella, por su energía y por sus palabras.

Anónimo dijo...

Exacto, es maravillosa.

Anónimo dijo...

....tienes un post ;-)

Anónimo dijo...

magnífica crónica, Isabel, para una velada memorable....

para seguir con Zohra Drif, todas las pistas son pocas para descubrir la complejidad de la destinataria de esa carta nunca escrita pero sobre la que Cixous nunca ha dejado de escribir

recomiendo, mientras todavía sea de libre consulta, este artículo reciente de Le Monde
http://www.lemonde.fr/web/article/0,1-0@2-3230,36-860986,0.html

Belnu dijo...

Gracias, Xavier
Voy corriendo a por el artículo, aunque creo que tengo acceso... Y la carta no escrita que crece y se reescribe continuamente, precisamente porque nunca se cerró... es la literatura.