viernes, 3 de noviembre de 2006

De las consolaciones de la filosofía

Un amigo, escritor serbio, se consolaba de la locura generalizada en su país leyendo a Schopenhauer. Mi problema es que, si tengo el ánimo bajo y tropiezo con uno de esos excesos de misoginia rabiosa, tan habituales en Schopenahuer como en Nietszche y en tantos otros pensadores, toda consolación se viene abajo. Hoy, tras mi vano intento persecutorio en pos de una contable editorial que me debe dinero desde julio y sigue introuvable, la comprobación de que las transferencias bancarias siguen tardando tres días en la era de las computadoras, y una llamada de un empleado de compañía telefónica que parecía ofrecerme duros a peseta y ante mi incredulidad, me ha colgado bruscamente, me he consolado leyendo los artículos de Enrique Lynch en esa revista de filosofía que citaba ayer ( http://80.32.114.91/nubarron.htm ) Me preguntaba por qué extraño mecanismo de la mente puede producirnos felicidad leer las disquisiciones de una mente preclara, según el dicho de Adorno (que sirve de pretexto al título de la revista), volver a las nubes. Aquí una cita suya que tiene gracia, en la misma revista hay muchas otras (más largas) y con más peso: "RESENTIMIENTO Llama la atención la cantidad de filósofos que oficiaron de preceptores de los hijos de los nobles de su época. Asimismo llama la atención que no se encuentre ni un solo hijo de la nobleza entre los seres espirituales de la historia. La conclusión inevitable es que, o bien todos los hijos de la nobleza son tontos; o bien todos los grandes filósofos que trabajaron como preceptores eran pésimos profesores. Yo –porque no soy un resentido– me inclino por lo segundo." Enrique Lynch (11 de mayo de 2005) La mala educación del vendedor telefónico me ha recordado a su vez una idea de Roland Barthes en L'Empire des signes (http://www.peripheries.net/f-signe.htm): "Pourquoi en Occident, la politesse est-elle considerée avec suspicion? Pourquoi la courtoisie y passe-t-elle pour une distance (sinon même une fuite) ou une hypocrisie? Pourquoi un rapport "informel" (comme on dit ici avec gourmandisse) est-il plus souhaitable qu'un rapport codé?"

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